sábado, 26 de octubre de 2013

Una oveja en Lampedusa.

Pues ya tenía decidido que contaros hoy, que iba a ser un post de estos sencillitos, una historieta de esas blancas cuya máxima aspiración es despertar una sonrisa en quien la lee y sin embargo…

Y es que antes de ponerme al lío mequivocao, que le pegué un vistazo a la prensa, que incluso he leído algún artículo…y no entiendo, con los años que ya llevo gastados, como sigo cayendo en ese error.


Y me había negado a mi mismo la posibilidad de hablar, de comentar, de expresar lo sentido ante esa tragedia sin fin representada hoy en día por Lampedusa, y como digo me ha dado por leer, y leyendo la cabeza se me ha ido de esa historieta blanca a una historia llena de color, del color que le dan con su piel muchos, demasiados -uno solo es demasiado- hombres, mujeres y niños.

Y yo no sé cuando, estos veintiocho, perdieron las fuerzas que da la integridad, la desvergüenza sana que da la razón, la mirada limpia que da la honradez, no se en que estación lejana dejaron olvidados sus –ya pongo en duda si alguna vez existentes- sueños juveniles de justicia, igualdad, progreso y paz.

Y desde que tengo uso de razón no se las veces que he leído, que me han contado, que el éxito de una empresa, de un negocio, de la consecución de un objetivo concreto, se ha basado en el conocimiento previo del mismo, al completo, que han sido muchos los que tuvieron éxito empezando de repartidores, vendiendo por las casas, programando, conociendo todo desde abajo, desde el origen.

Y os juro que yo a estos veintiocho personajillos de chichinabo los metería en una patera a hacer ese magnifico viaje por el Mediterraneo, una vez, solo una vez, incluso -por no perder la costumbre- a gastos pagos si hace falta…no se, quizás así -en caso de sobrevivir- aprendieran algo del “negocio”, quizás así fueran capaces de tener éxito en eso que se han propuesto solucionar... que me imagino que no pondréis en duda que se lo han propuesto… vaaaaaaaale, sin prisas, pero se lo han propuesto:

La inmigración queda relegada para después de las europeas: los veintiocho postergan cualquier nueva iniciativa común hasta después de las elecciones europeas de mayo (“El País”)

A mi esta mañana, por el vicio de leer, me han dado veintiocho arcadas, me han dado veintiocho mijinas de asco.

¿Qué?, ¿qué decís?, ¿qué no entendéis lo de la oveja?...

¿El resto si?

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